Creo que la sociedad nos hizo pensar que si estamos con alguien tenemos prohibido mirar o que nos guste alguien más...y eso nos trajo muchos problemas. Sin entrar en temas de autoestima.

Sigues teniendo amigos y conexiones fuera de la relación, y pasas tiempo cultivando tus propios intereses y pasatiempos.

Se trata de una relación de pareja en la que ha desaparecido tanto la pasión como la intimidad. Sin embargo, la relación perdura debido al componente de compromiso mantenido por la propia pareja.

Sin embargo, este tipo de relaciones también pueden presentar algunas ventajas, como por ejemplo la oportunidad de conocer nuevas personas y lugares y la capacidad de tener espacio personal y tiempo para uno/a mismo/a.

Enamoramiento o capricho En primer lugar, el enamoramiento o capricho es un tipo de relación en la que solo está presente la pasión. Es decir, es una emoción intensa y positiva que se siente cuando estamos atraídos/as o fascinados/as por otra persona.

Cada persona ha tenido unas experiencias diferentes y una historia de aprendizaje previa diferente por lo cual tiene una personalidad diferente y ve el mundo de una manera distinta a la tuya.

Si hace algo que realmente te molesta y no puedes aceptarlo, la relación podría no tener potencial a largo plazo.

Confianza: Se puede confiar en lo que dice la otra persona, hay una sensación de seguridad con ella. Ambas partes se permiten ser vulnerables, comunicar sus necesidades y no estar a la defensiva.

El ser humano necesita sentirse comprendido; todos anhelamos que las personas que nos rodean sean conscientes de nuestros sentimientos y necesidades.

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Journal of Relationship and Family members nos explican que la buena comunicación es un predictor en la felicidad y estabilidad de la pareja.

Si enfrentas desafíos en tu relación, busca ayuda profesional y trabaja en los problemas de manera temprana. Recuerda que el amor y el compromiso requieren trabajo y esfuerzo, pero los beneficios de una relación sana valen la pena.

Es importante para ello el conocerse a uno mismo, saber qué piensas y como te relacionas con tus propios sentimientos aunque te resulte incoherente.

La clave para esto, es conversar los desacuerdo y dificultades para lograr conciliar lo que ocurre sin falsas presunciones.